La Capilla Sixtina: maravilla del Renacimiento

La Capilla Sixtina

La Capilla Sixtina pertenece al Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, es el domicilio oficial del papa. Está catalogada como un monumento del arte renacentista. Su nombre es en honor al Papa Sixto IV pontífice que gobernó en Roma desde el año 1471 hasta 1484. La decoración más resaltante de esta Capilla incluye: falsas cortinas, historias de Moisés y de Cristo. Además, de los retratos de los pontífices.

Un grupo de talentosos pintores de diferentes épocas, fueron los encargados de realizar esta obra de arte. Entre ellos podemos mencionar a Pietro Perugino, Sandro Botticelli, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli. De igual forma,  el artista más conocido a nivel mundial: Miguel Ángel, quien en el año 1508 dirigió la decoración de la Capilla por encargo del Papa Julio II.

Historia de la Capilla Sixtina

Inicialmente era conocida como la Cappella Magna y funcionaba como fortaleza vaticana. Su nombre se debe al Papa Sixto IV quien decidió la renovación entre los años 1473 y 1481. Desde entonces sirve para celebrar actos y ceremonias papales.

Imagen de Wikipedia

El equipo de pintores encargados de realizar los primeros frescos fueron: Luca Signorelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Sandro Botticelli, Cosimo Rosselli y Domenico Ghirlandaio. Quienes hicieron dos series de paneles, uno del lado izquierdo del altar que trata sobre la vida de Moisés. Y el otro del lado derecho sobre la vida de Jesús.  

Alrededor de estos paneles, se colocaron los retratos de los diferentes papas, que hasta entonces habían gobernado la Iglesia. Esta primera restauración culminó en el año 1482. Como resultado,  para celebrar la festividad de la Asunción, el Papa Sixto IV efectuó la primera misa en la Capilla, dedicándola a la Virgen María.

Posteriormente, participa en su decoración el talentoso Miguel Ángel, quien por encargo del Papa Julio II, realiza los frescos de la bóveda del techo de la Capilla Sixtina. Esta obra fue comenzada en el año 1508 y finalizó en 1512. El resultado fue una obra sin precedentes.

Luego, entre los años 1536 y 1541, también fue Miguel Ángel quien ejecutó la pintura denominada El Juicio Final, pero en esta ocasión bajo las ordenes de los Papas Clemente VII y Pablo III.

Actualmente, la Capilla Sixtina es considerada la cúspide de la historia de la pintura, una compleja obra pictórica  que atrae visitantes de todos los países del mundo.

Descripción de la Capilla

  • La técnica utilizada para decorar la Capilla fue la del fresco, que en ese entonces era poco conocida. Además, de que no permitía correcciones.
  • Está compuesta en su parte central por imágenes de los acontecimientos más relevantes del Antiguo Testamento. Se pueden visualizar, los frescos denominados: La creación del mundo, La creación de Adán y Eva, El pecado original, El sacrificio de Noé, El diluvio y La ebriedad de Noé.
  • Por ambos lados de los muros laterales, se aprecian representaciones de las Sibilas y los Profetas. Estas rodean la bóveda como predecesores de la llegada del Mesías. 
  • En los ángulos de las pechinas, se pueden observar escenas de los milagros de la salvación de Israel que anticipan la llegada de Cristo.
  • El imponente tamaño de las imágenes y la dificultad que presentó para los artistas aplicar la pintura en los techos curvos de la Capilla, la convierten en una obra de arte extraordinaria y única.

El aporte de Miguel Ángel

Inicialmente, Miguel Ángel rechazó el trabajo de decorar la Capilla Sixtina con sus pinturas. Sobre todo, porque desde su percepción lo consideró de gran envergadura y tenía la sospecha de haber sido recomendado por sus rivales que ansiaban su fracaso como artista.

Entre los años 1508 y 1512, decide aceptar el trabajo y realizar las pinturas de la Capilla Sixtina, el cual ejecutó en su mayoría de manera solitaria. Veinte años más tarde, Miguel Ángel vuelve a trabajar en la Capilla Sixtina. En al año 1533 por encargo de Clemente VII, fue contratado para pintar el Juicio Universal. En 1534 Pablo III al ser elegido papa, obliga al artista a finalizar este trabajo.  

Miguel Ángel durante su trabajo en la Capilla, cambió la representación de Dios que existía, la cual apuntaba una mano hacia abajo a través de las nubes. En su lugar, reprodujo un Dios con un cuerpo musculoso y de barba blanca larga, muy semejante al Dios greco Júpiter. Esta obra desató una gran polémica en la época, ya que en ella el artista plasmó a la humanidad siendo asediada por el juicio de Dios. Además las imágenes desnudas fueron tema de controversia. 

En el año 1563, el concilio de Trento aprobó un decreto que exigía la regulación del uso de imágenes en las iglesias. Por lo que, el papa Pío IV ordena cubrir los órganos sexuales de las figuras con telas pintadas. Una posterior restauración llevada a cabo en la década de 1990, catalogó el dominio técnico del artista como prodigioso.

La Capilla Sixtina en la actualidad

Hoy en día, sirve de sede para la realización del cónclave, que es la reunión en la cual el Colegio Cardenalicio selecciona un nuevo papa. La Capilla Sixtina debe su fama principalmente por las obras ejecutadas por Miguel Ángel en su bóveda y en la pared detrás del altar. El área total pintada por el artista abarca 460 metros cuadrados.

Una vez que es elegido un nuevo papa, este es llevado a la denominada “sala de las lágrimas”, que es una pequeña estancia que se encuentra en el lado izquierdo del altar bajo El Juicio Final. Es sin duda alguna, la maravilla del Renacimiento. Considerada uno de los más grandes tesoros del Vaticano, de Roma y del mundo.

Visitas a la Capilla

La Capilla se encuentra ubicada dentro de los Museos del Vaticano. Por lo tanto, si deseas apreciar esta obra maestra tienes la opción de comprar una entrada para los Museos, que puede ser adquirida de manera online. Una opción excelente es la visita guiada que se ofrece a grupos, que incluye además de la Capilla, la Basílica de San Pedro y un recorrido privado por los Museos del Vaticano.

También, se permite a los visitantes recorrer los jardines del Vaticano y las villas papales de Castel Gandolfo. Existen áreas que no están abiertas al público en general, tales como la Capilla de Nicolás V, la escalera de Bramante y el Gabinete de las Máscaras.

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