Misterios de la Luna

Misterios de la Luna

La Luna, nuestro único satélite, tiene una notoria influencia sobre la agricultura, las aguas e incluso en el comportamiento humano. Por ello, desde hace milenios, ha sido objeto de variados estudios científicos e incluso, de la fascinación humana. Y aunque desde finales de los sesenta se ha explorado e investigado, aún quedan muchos misterios de la Luna por descubrir.

La Luna

La Luna es un cuerpo celeste formado por rocas, que tiene un diámetro de 3.474 kilómetros y es el quinto satélite más grande de nuestro sistema solar. Es el único satélite de la Tierra y fue visitado por el hombre, en 1969 cuando los astronautas: Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaron, por vez primera, la superficie Lunar.

Aunque la Agencia Espacial Americana, la NASA, ha enviado 12 astronautas en 6 misiones a la Luna, aún queda mucho por descubrir de nuestro satélite. Y es que esta podría darnos respuestas a las interrogantes sobre la evolución del sistema solar e inclusive, la aparición de nuestro planeta.

Los misterios de la Luna

Su Origen

El origen de la Luna es una de las interrogantes que mayor curiosidad causa en los científicos que investigan los fenómenos de nuestro sistema solar. Por lo que, se han formulado una serie de teorías, que buscan explicar cómo y cuándo se formó.

Básicamente, hay tres teorías acerca de la formación de la Luna: por fisión, por captura o por condensación.

  • La teoría por fisión plantea que la Luna fue producto de la rotura o división de la Tierra, en las fases iniciales de su formación. Esta teoría especula que la marca de esa rotura está en el océano pacífico, lo cual está sustentado en las similitudes entre la composición Lunar y el manto terrestre. El inconveniente es que no hay datos que ayuden a explicar cómo ocurrió esta división.
  • La teoría por captura propone que la Luna es un cuerpo independiente que quedó atrapado por la gravedad terrestre. Pero, esta teoría tampoco cuenta con la información suficiente que permita explicar las características de la órbita Lunar.
  • La teoría por condensación expone que la Tierra y la Luna se formaron juntas, sin embargo, eso implicaría que ambos tendrían una composición similar, lo cual es falso.

Luego de revisadas estas tres teorías, surgió una cuarta y última: por impacto.

  • La teoría por impacto plantea que la Luna fue producto de un choque que recibió nuestro planeta, por parte de un objeto de la mitad del tamaño que la Tierra. El impacto causó el desprendimiento de una inmensa cantidad de materiales y sustancias que empezaron a rotar en torno a la Tierra, logrando condensarse.Esta colisión habría sucedido hace 4.500 millones de años, creándose en ese momento el satélite, el cual tardó 100 millones de años en enfriarse, formándose la corteza lunar.

A pesar de que esta teoría no fue apoyada por los científicos, lo que le restó relevancia, en 1984 se sentaron a discutir acerca del origen de la Luna. Analizaron todas las teorías en detalle y los sustentos en las apoyaban, para al final del debate, dar su apoyo por consenso, a la teoría de la formación por impacto.

Misterios de la Luna

El lado oculto

Al lado oculto de la Luna se le llama, igualmente, lado oscuro, aunque no lo es, sólo que siempre vemos una sola cara de la Luna, la conocida como cara visible. Es más, cuando la cara visible está oscura, la cara oculta de la Luna está iluminada, aunque no podamos verla desde la tierra. Quizás por esa razón, el lado oculto generó tanta curiosidad e interrogantes dentro del mundo científico.

Actualmente, se sabe que las áreas oscuras son planicies formadas por fragmentos volcánicos y que estás son comunes en la cara visible de la Luna. Por otra parte, la escasez de mares en el lado oculto señala una mínima presencia de volcanes en esa región lunar. Esta desigualdad entre un lado y otro de la Luna, ha sido por años uno de los misterios de la Luna, por lo que, aún se requería seguir estudiándola. Así que, cuando se envió a la Luna en enero de 1994, una de las tareas de la sonda Clementine era observar el lado oculto. Hacer observaciones y mediciones, que les permitieron a los científicos establecer que el lado oculto efectivamente tiene una corteza más gruesa que la cara visible.

Agua en la Luna

La sonda Clementine recopiló mucha información de las observaciones y mediciones de su corto viaje a la Luna, antes de quedar casi inutilizable tras un incendio en mayo de 1994. Por eso, sólo fue a finales de 1996 que los científicos lograron revisar detalladamente todos los datos y encontraron que, la sonda Clementine también había hallado hielo. Los datos de la sonda Clementine señalaban que en el fondo de un cráter del polo sur lunar había agua congelada.

Posteriormente, en 1998, la sonda Lunar Prospector corroboró el hallazgo al encontrar hielo en el polo norte lunar, donde incluso había una mayor cantidad que en el polo sur. Según las mediciones de esta sonda, el agua congelada estaba a 40 centímetros de profundidad en un área de 10.000 kilómetros cuadrados en cada polo.

La existencia de hielo en la Luna se puede explicar debido a que los meteoritos y cometas que caen continuamente en la superficie lunar tienen agua. Debido a que la temperatura es cercana a 200°C bajo cero en el fondo de los cráteres ubicados en los polos lunares, el agua se conserva como hielo.

Esta forma en que se preserva el agua congelada en el fondo de los cráteres, se conoce como “trampa fría”, donde elementos como el agua y el metano se conservan helados. En las regiones de la Luna iluminadas por el sol, el agua se evapora porque la temperatura llega a superar los 100°C.

Queriendo confirmar este descubrimiento, los creadores de la sonda decidieron estrellarla en el polo sur lunar, con la idea de obtener agua del material expulsado por el choque. Pero, del resultado de estrellar la sonda Lunar Prospector no se pudo detectar ningún rastro de agua con los instrumentos desde la Tierra. La NASA explicó que, quizás, las sondas en la Luna lo que habían descubierto, fue nitrógeno y no agua.Por lo que, los hallazgos hechos durante los viajes de las sondas Clementine y Lunar Prospector no son concluyentes. Todavía, no se ha podido confirmar, con ningún otro instrumento, si hay agua, siendo otro de los misterios de la Luna.

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