¿Tenemos realmente un mundo paralelo?

¿Tenemos realmente un mundo paralelo?

Para el hombre, el espacio exterior siempre ha sido algo fascinante y controversial, que ha despertado la curiosidad de muchos por conocer éste y otros mundos. En su intento por saber más acerca de otros planetas, satélites, estrellas y cuerpos celestes, el hombre ha desarrollado una amplia gama de dispositivos. Estos dispositivos lo han ayudado a observar, estudiar y aprender de los fenómenos que acontecen en el Universo que habitamos.

Los Estados Unidos, uno de los pioneros en estos estudios, fundó en julio de 1958 su agencia de programas espaciales: la NASA (National Aeronautics and Space Administration). Y desde entonces, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) ha estado involucrada en viajes espaciales y en el estudio del Universo.

Dentro de las curiosidades suscitadas en sus estudios, se han observado diversos fenómenos como cometas, rayos cósmicos y quizás, hasta indicios de otros universos. De hecho, en los últimos días ha surgido una polémica acerca de la existencia o no de un mundo paralelo, debido al avistamiento de unas partículas subatómicas. Se ha especulado inclusive que en ese mundo paralelo, el tiempo iría en reversa.

Mundo paralelo

Se dice que en el momento del Big Bang, cuando la materia adquirió masa y se creó el Universo que habitamos, en ese mismo momento, pudiera haberse creado, a su vez, un mundo paralelo, lo que algunos científicos creen que es una opción posible.

Este Universo paralelo podría estar formado de partículas elementales similares a las que constituyen todo lo que hay en nuestro Universo. Esta teoría se ha estado estudiando en la NASA utilizando toda la tecnología que poseen, porque sería una noticia muy impactante. Este descubrimiento podría realizarse utilizando, por ejemplo, la Antena Antártica de Impulso Transitivo (ANITA) de la NASA.

¿Existe realmente un mundo paralelo?

Tratando de explicar los resultados de los experimentos que ha estado realizando la NASA con la antena instalada en la Antártida. Unos científicos no relacionados con la NASA en la actualidad, escribieron un reporte sobre el posible descubrimiento de un mundo que existía a la par del Universo que conocemos.

Esta información la publicó el Dhaka Tribune, un medio de Bangladesh, que citaba como su fuente principal al Daily Star, un medio británico. Descubriéndose, posteriormente, que ambos medios basaron sus publicaciones en un artículo publicado el 8 de abril de 2020, en un medio especializado: la revista New Scientist.

¿Tenemos realmente un mundo paralelo?

El artículo de New Scientist

El artículo de New Scientist cita al profesor de física Peter Gorham, quien no trabaja para la NASA, sino para la Universidad de Hawái, en Estados Unidos. La opinión de Peter Gorham tiene relevancia para muchos, porque fue parte del equipo de científicos a cargo de la Antena Antártica de Impulso Transitivo (ANITA).

En el mencionado artículo, se decía que “Puede que hayamos descubierto un Universo paralelo, que incluso va hacia atrás en el tiempo”. Una información que tiene todos los ingredientes para ser una excelente historia: pruebas en la Antártida, resultados sin aclarar y la probabilidad de la existencia de un mundo paralelo.

Pero, el reporte de estos científicos indirectamente relacionados con la Agencia Espacial fue una mera especulación sin basamento real. En otras palabras, el reporte fue el resultado de una mala interpretación de los experimentos, que, en realidad, la NASA hacía para detectar rayos cósmicos. De hecho, esta información nunca fue publicada, ni confirmada por la NASA a través de ninguno de sus medios de información.

Por lo que, son falsas todas las noticias que reportan que la NASA “confirmó la existencia de un mundo paralelo”. El desmontaje de esta noticia que, rápidamente, fue replicada por muchos medios de comunicación, estuvo a cargo de empresas que rastrean y verifican datos. Estas empresas son organizaciones que se dedican al análisis de noticias y a la comprobación de datos para detectar fake news.

¿Cuándo comenzó todo?

En 2004, la NASA impulsó un proyecto conocido como Antena Transitoria Impulsiva Antártica (ANITA), el cual incluye un globo estratosférico capaz de ascender a unos 37 kilómetros de altitud. El proyecto fue desarrollado en la Antártida, a fin de aprovechar sus condiciones climáticas, las que disminuyen las distorsiones de ruido y permiten profundizar los estudios que originaron ANITA.

El propósito principal de ANITA era detectar el origen de las Ráfagas Rápidas de Radio (FRB), que son fuertes pulsos de energía que duran apenas milisegundos. Un fenómeno astrofísico súper energético, del cual se desconoce su origen y que ocurre desde 2007 en diferentes partes del mundo.

En otras palabras, el objeto de esta antena era detectar neutrinos de rayos cósmicos y tener un observatorio, el globo estratosférico, que permitiera observar neutrinos de cualquier tipo.

Los neutrinos son diminutas partes, procedentes del espacio, que continuamente chocan con el planeta velozmente y acumulan energía. Estudiar estas partículas, que son parte de los rayos cósmicos que detecta ANITA, ha proporcionado una valiosa información sobre regiones remotas del universo. Usualmente, las trayectorias de los rayos cósmicos son desviadas por los campos magnéticos que se encuentran en el cosmos, lo que hace virtualmente imposible identificar de donde parten.

El primer experimento fue realizado en 2016 y documentado en 2018, teniendo como resultado la detección de neutrinos, pero provenientes del suelo y no del cielo. ANITA había detectado una fuente de partículas de alta energía, como una lluvia de rayos cósmicos, pero con una trayectoria contraria, porque procedían del hielo del suelo antártico.

Un fenómeno que sorprendió a los científicos, quienes tratando de explicar lo sucedido, propusieron la hipótesis de que los mismos podían proceder de un universo o mundo paralelo.

En una consulta con el profesor Gorham, éste expresó que podría pensarse en la posibilidad de que los neutrinos descubiertos, hubieran cruzado el planeta de lado a lado. Y debido a ello, el globo de ANITA los haya detectado como procedentes del suelo de la Antártida, pero los neutrinos no tienen la facultad de “traspasar la materia a altas velocidades”.

Aunque los neutrinos tau si tienen la capacidad de transformarse momentáneamente en otra partícula, que sí lo puede hacer, hablamos del lepton tau. Por lo que, la hipótesis sería que los neutrinos tau se transformaron, atravesaron el planeta y posteriormente, se reconvirtieron en neutrinos. Una hipótesis que asevera que un neutrino tau es capaz de atravesar la Tierra dos veces durante un vuelo del globo de ANITA, la cual tiene una probabilidad de una en un millón.

Por lo que fue descartada esta hipótesis y aún, continúa la incógnita acerca de estos neutrinos provenientes del suelo. Así que, la NASA y los científicos tienen que seguir investigando hasta que logren explicar que es lo que está pasando con los rayos cósmicos.

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