La bandera de México tiene tras de sí una larga y agitada historia. Si bien el actual pabellón, vigente desde 1968, mantiene los elementos esenciales de su versión originaria de 1821, en medio de ambas versiones existieron algunas otras. Estas diferencias rinden cuentas de los cambios políticos del país y las preferencias ideológicas de quienes impulsaban los cambios. El propio pabellón de 1821 es una muestra de la ruptura con el pasado y el avance hacia un nuevo porvenir.
A continuación te contamos sobre la historia de la bandera de México, cuales han sido sus versiones, cuáles cambios ha sufrido a lo largo de los años y las razones detrás de esas “ligeras” pero significativas modificaciones.
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Las banderas anteriores a 1821
Los elementos esenciales de la bandera de México que hoy conocemos datan de 1821. Antes de dicha fecha, solo dos pabellones podían asociarse a lo que posteriormente sería México: Las Banderas gemelas de Allende y la Bandera Nacional de Guerra de México.
Las Banderas gemelas estaban destinadas para ser utilizadas por el ejército de Ignacio Allende en un levantamiento de armas que no se pudo concretar. Este par de pabellones poseen una base de color azul oscuro y presentan hacia su frente una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y por el reverso un escudo de armas.
La Bandera Nacional de Guerra de México. Aprobada por el Congreso de Anáhuac en 1815 tenía el siguiente aspecto: la Bandera de Guerra consistía en un paño rojo sobre el que se extendía un recuadro escaqueado (como los tableros de ajedrez) compuesto de celdas blancas y azul celeste. En el centro de dicho recuadro se enmarca el Escudo característico de México: el glifo náhualt sobre el nopal con una serpiente en su pico.
El origen del bandera de México
No sería sino hasta 1821 que surgirían la primera bandera de México con los colores actuales. En dicha fecha la Soberana Junta Provisional Gubernativa estableció y ordenó que la bandera de México debía estar compuesta por tres franjas verticales de colores verde, blanco y “encarnado” con un águila coronada ubicada hacia el centro de la franja blanca.
En vías hacia la independencia del dominio español y por influencia del Emperador, Agustín de Iturbide, el sastre José Magdaleno Ocampo (oriundo de Iguala) confeccionó la primera Bandera Nacional de México. Al igual que en la Bandera de Guerra, esta incluyó al águila posando encima de un nopal, pero le aportó otra orientación (hacia la derecha) y no incluyó a la serpiente.
Esta bandera, realizada durante el Imperio, estuvo vigente durante dos años. En 1823 se estableció la segunda bandera nacional y la primera bandera de la República. Para remarcar el quiebre con la monarquía, la Primera República Federal decidió retirar la corona del águila, se restituyó la serpiente en el pico de la misma y fue adornada con laureles y olivos (símbolos propios de la República).
Una nueva bandera imperial
La bandera republicana original estuvo vigente hasta 1864. Después de ella, con la aceptación de Maximiliano de Habsburgo-Lorena de la Corona de México, la República sufre un revés que se refleja en su símbolo más importante: la bandera nacional.
La bandera del Segundo Imperio mantuvo al águila náhualt sobre el nopal soportado en la piedra inundada de agua. Sin embargo, el águila se ubicó dentro de un óvalo dorado con múltiples adornos y espadas custodiado por dos Grifos de colores negro y dorado.
En la parte inferior de este nuevo escudo se colocó el lema: Equidad y Justicia. La corona, mucho más llamativa y ostentosa, se alzaba en la parte superior del escudo con lo cual se buscaba enfatizar en la restauración de la monarquía sobre el territorio mexicano. Este pabellón se mantuvo hasta 1880.
La bandera de México durante el Porfiriato
Se ha denominado como Porfiriato a los 31 años de ocupación en la Presidencia de México por Porfirio Díaz. Si bien Díaz no modificó el pabellón desde su llegada a la primera magistratura en 1876, lo hizo tanto en 1880 como en 1889. Los cambios fueron importantes respecto al estandarte imperial.
El primero de ellos fue realizado en 1880. El cambio consistió en una nueva modificación al Escudo de Armas, retirando toda la indumentaria colocada en la Bandera del Segundo Imperio. En su lugar se puso un nuevo diseño del águila náhualt con la serpiente en el pico, las alas ligeramente flexionadas, el rostro hacia la derecha y los característicos laureles y olivos.
Por su parte, en 1889 se aplicaron nuevos cambios al escudo. En dicha oportunidad se cambiaron las proporciones de la bandera (se pasó a una proporción 4:7) y se adoptó el escudo denominado como “Águila del Centenario”. El águila miraba a la izquierda, tenía las alas extendidas y la roca que soportaba el nopal estaba rodeada por agua (algo que se omitió en la bandera de 1880).
Las banderas de México del siglo XX
Cuando termina el Porfiriato en 1916, el entonces presidente, Venustiano Carranza, se propuso instaurar una nueva bandera que rompiese con el pasado. Esta bandera presentó un nuevo diseño pero básicamente con los mismos elementos ya tradicionales. La única diferencia notable fue que, en la nueva bandera de México, el águila náhualt estaba de perfil.
Luego, en 1934, cuando los Símbolos Patrios recibieron su primera legislación, Jorge Enciso diseñó un nuevo escudo de armas idéntico (salvo por el estilo) al de 1916. Este nuevo escudo se adaptó a la nueva bandera de 1934 y fue vigente hasta 1968.
Finalmente, por iniciativa del presidente Gustavo Díaz Ordaz, el 16 de septiembre se adoptó el actual estandarte de la nación mexicana. Dicha bandera es exactamente la misma que sus predecesoras excepto porque está dibujada con un estilo mucho más pulido, el cual estuvo a cargo de los arquitectos Francisco Heppens Heguera y Pedro Moctezuma Díaz Infante.
En todo caso, las tres banderas presentan: Tres franjas verticales verde, blanca y “encarnado” con un águila náhualt de perfil hacia el centro de la franja blanca. El águila está posada sobre un nopal sostenido en una roca rodeada de agua y con una serpiente sujetada por sus garras y pico.