¿Estás perdidamente enamorado y quieres conquistar con poemas de amor? Aunque no lo creas, funcionan. Si encuentras el ideal, esa persona caerá a tus pies.
Estos versos tienen la capacidad de relatar de manera única las imágenes, emociones y sentimientos que están en tu interior. ¡No esperes más! Hazle saber el lugar especial que ocupa en tu vida.
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Poemas de amor para conquistar
¿Sientes que tus emociones están latentes, pero no encuentras las palabras para expresar tus sentimientos? Con estos poemas de amor puedes conquistar el corazón del ser que amas. En este sentido, se recopilaron los mejores relatos de amor de diversos años. Fueron escritos por los autores más populares de todos los tiempos. Seguidamente, te dejamos algunos versos románticos para que decidas con cuál empezar
.
Juan Ramón Jiménez – Agua de Mujer
“¿Qué me copiaste en ti,
que cuando falta en mí
la imagen de la cima,
corro a mirarme en ti?”
Análisis: es un pequeño verso de Juan Jiménez, considerado uno de los mejores poemas de amor, ya que demuestra gran pasión. Es la representación del poder de una mirada entre dos amantes y los sentimientos que se pueden expresar a través de ella.
Mario Benedetti -la Bienvenida
“Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
como te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco
yo nostalgio
tú nostalgias
y como me revienta que él nostalgie
tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas”.
Análisis: corresponde a uno de los poemas de amor, con versos emotivos que puedes dedicarle al ser que tanto amas. Hace referencia a un reencuentro entre dos personas que estaban alejadas. Las cuales, se dieron cuenta de la conexión emocional que existe entre ambas. Por esto, aunque han estado distantes siguen amándose igual.
Luis Cernuda – Contigo
“¿Mi tierra? Mi tierra eres tú.
¿Mi gente? Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte para mí están adonde no estés tú.
¿Y mi vida? Dime, mi vida, ¿qué es, si no eres tú?”.
Análisis: Luis Cernuda demuestra la intensidad del amor en este poema. Dedicado a un ser especial que significa todo. Hace alusión a que si esa persona no existiera su vida, ya nada tendría sentido.
Gustavo Adolfo Bécquer – Amor eterno
“Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra, como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor”.
Análisis: otro de los poemas de amor que se relaciona con las pasiones sin límites ni condiciones. Hace honor a ese apoyo que surge ante cualquier circunstancia. Manifiesta la expresión del amor pleno.
Pablo Neruda – Esclava mía
“Esclava mía, témeme. Ámame. ¡Esclava mía!
Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,
y en él despunta mi alma como una estrella fría.
Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.
Mi propio latigazo cae sobre mi vida.
Eres lo que está dentro de mí y está lejano.
Huyendo como un coro de nieblas perseguidas.
Junto a mí, pero ¿dónde? Lejos, lo que está lejos.
Y lo que estando lejos bajo mis pies camina.
El eco de la voz más allá del silencio.
Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas”.
Análisis: este es uno de los poemas de amor más expresivos. Demuestra sensibilidad y posesión. Al mismo tiempo, combina el temor de un amor intenso que se intensifica con la distancia.
Dulce María Loynaz – Si me quieres, quiéreme entera
“Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda!… O no me quieras”.
Análisis: corresponde a uno de los mejores poemas de amor que hace referencia a vivir un amor a plenitud, no a medias. O existe un sentimiento pleno, en toda la expresión, o mejor nada. La intensidad se ve reflejada en cada verso, inspirador y muy apasionado.
Jorge Luis Borges – Despedida
“Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo…
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes”.
Análisis: estos versos son dignos de un amor a plenitud, romántico, apasionado, intenso. En honor a los inolvidables recuerdos, que se mantendrán aún en la ausencia de ese ser amado. La melancolía de un sentimiento imborrable.
Fernando Pessoa – Como si cada beso
“Como si cada beso
fuera de despedida,
Cloé mía, besémonos, amando.
Tal vez ya nos toque
en el hombro la mano que llama
a la barca que no viene sino vacía;
y que en el mismo haz
ata lo que fuimos mutuamente
y la ajena suma universal de la vida”.
Análisis: este es uno de los poemas de amor, de un escritor portugués, apasionado. Describe la importancia de disfrutar cada caricia, cada beso, como si no existiera mañana.
Gabriela Mistral – Dame la mano
“Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más…
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza”.
Análisis: Gabriela Mistral es una poeta chilena, que demuestra con estos versos el apoyo sin limites de un amor, a pesar de los obstáculos que se puedan presentar.
Garcilaso de la Vega – Soneto V
“Escrito está en mi alma vuestro gesto…
Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;
cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero”.
Análisis: este poema de amor es una confesión apasionada de un sentimiento intenso. Hace honor a la esperanza, que prevalece aún en la eternidad.
Francisco de Quevedo – Polvos de amor
“Amor postrero más allá de la muerte
cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevaré el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;
más no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas, que humor a tanto fuego han dado,
médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, más tendrá sentido;
polvo serán, más polvo enamorado”.
Análisis: este es un excelente poema de amor que hace alusión a un sentimiento que prevalece, aún frente a la muerte. Almas que permanecerán unidas, más allá de los limites de la vida.
Pablo Neruda – Amor
“Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
¡Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más”.
Análisis: este poema hace honor a la mujer. Una representación Latinoamericana romántica sobre un sentimiento intenso, más allá del fin de la vida.
Julio Cortázar – Te amo por ceja
“Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes
de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza
de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y
cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te
dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese
pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre en
una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío”.
Análisis: estos versos reflejan un amor intenso, la adoración a cada parte del cuerpo del ser amado. Una admiración infinita de un hombre a una mujer.
Gabriel García Márquez – Soneto matinal a una colegiala ingrávida
“Al pasar me saluda y tras el viento
que da al aliento de su voz temprana
en la cuadrada luz de una ventana
se empaña, no el cristal, sino el aliento
Es tempranera como una campana.
Cabe en lo inverosímil, como un cuento
y cuando corta el hilo del momento
vierte su sangre blanca la mañana.
Si se viste de azul y va a la escuela,
no se distingue si camina o vuela
porque es como la brisa, tan liviana
que en la mañana azul no se precisa
cuál de las tres que pasan es la brisa,
cuál es la niña y cuál es la mañana”.
Análisis: este famoso escritor no deja de sorprender con sus versos cargados de sentimiento. En esta ocasión, las palabras están dirigidas a una colegiala hermosa que atrapa las miradas y conquista el corazón.
Rafael Alberti – Cúbreme, amor, el cielo de la boca
“Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.
Alóquemelo, amor, su sal, aloca
tu lancinante aguda flor suprema,
doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.
¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,
para mirar cómo tu fino cuello
se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva!”
Análisis: las mieles de la belleza femenina se apoderan de este poema. En donde Alberti expresa toda la pasión que existe dentro de él.
Jaime Sabines – Te quiero a las diez de la mañana
“Te quiero a las diez de la mañana, y a las once,
y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y
con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia.
Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me
pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la
comida o en el trabajo diario, o en las diversiones
que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con
la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y
siento que estás hecha para mí, que de algún modo
me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos
me convencen de ello, y que no hay otro lugar en
donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu
cuerpo. Tu vienes toda entera a mi encuentro, y
los dos desaparecemos un instante, nos metemos
en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo
hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente.
Y hay días también, hay horas, en que no
te conozco, en que me eres ajena como la mujer
de otro, me preocupan los hombres, me preocupo
yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense
en ti durante mucho tiempo. Ya ves ¿Quién
podría quererte menos que yo amor mío?”.
Análisis: uno de los poemas de amor que detalla el romance en todo momento, a toda hora. Aun cuando las dificultades de la convivencia diaria pueden dejar secuelas, el amor sigue presente.
Federico García Lorca – El poeta le pide a su amor que le escriba
“Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura”.
Análisis: estos versos indican la espera de una palabra de aliento, de amor, que corresponda a ese sentimiento tan apasionado y melancólico.
Salvador Novo – Amor
“Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.
Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.
Amar es percibir, cuando te ausentas,
tu perfume en el aire que respiro,
y contemplar la estrella en que te alejas
cuando cierro la puerta de la noche”.
Análisis: un amor en silencio, que está presente en todo momento, aún en la distancia, aún en la ausencia y en los secretos. Son versos que hacen honor a lo sencillo, noble y humilde.
Leopoldo María Panero – Primer amor
“Esta sonrisa que me llega como el poniente
que se aplasta contra mi carne que hasta entonces sentía
solo calor o frío
esta música quemada o mariposa débil como el aire que
quisiera tan solo un alfiler para evitar su caída
ahora
cuando el reloj avanza sin horizonte o luna sin viento sin bandera
esta tristeza o frío
no llames a mi puerta deja que el viento se lleve tus
labios
este cadáver que todavía guarda el calor de nuestros
besos
dejadme contemplar el mundo en una lágrima.
Ven despacio hacia mí, luna de dientes caídos
dejadme entrar en la cueva submarina
atrás quedan las formas que se suceden sin dejar huella
todo lo que pasa y se deshace dejando tan solo un humo
blanco
atrás quedan los sueños que hoy son solo hielo o piedra
agua dulce como un beso desde el otro lado del horizonte”.
Análisis: es un poema cargado de emociones y potentes recuerdos de encuentros apasionados.
Alejandra Pizarnik – Quien alumbra
“Cuando me miras
mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor palabras, poemas.
Solo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante”.
Análisis: es uno de los poemas de amor que refleja la intensidad de un sentimiento que traspasa las barreras. Un tributo a la belleza de los enamorados, en toda su expresión.
José Zorrilla – Dueña de la negra boca
“Dueña de la negra toca,
la del morado monjil,
por un beso de tu boca
diera a Granada Boabdil.
Diera la lanza mejor
del Zenete más bizarro,
y con su fresco verdor
toda una orilla del Darro.
Diera la fiesta de toros
y, si fueran en sus manos,
con la zambra de los moros
el valor de los cristianos.
Diera alfombras orientales,
y armaduras y pebetes,
y diera… ¡que tanto vales!,
hasta cuarenta jinetes.
Porque tus ojos son bellos,
porque la luz de la aurora
sube al Oriente desde ellos,
y el mundo su lumbre dora.
Tus labios son un rubí,
partido por gala en dos…
Le arrancaron para ti
de la corona de Dios.
De tus labios, la sonrisa,
la paz de tu lengua mana…
leve, aérea, como brisa
de purpurina mañana.
¡Oh, qué hermosa nazarena
para un harén oriental,
suelta la negra melena
sobre el cuello de cristal,
en lecho de terciopelo,
entre una nube de aroma,
y envuelta en el blanco velo
de las hijas de Mahoma!
Ven a Córdoba, cristiana,
sultana serás allí,
y el sultán será, ¡oh sultana!,
un esclavo para ti.
Te dará tanta riqueza,
tanta gala tunecina,
que ha de juzgar tu belleza
para pagarle, mezquina.
Dueña de la negra toca,
por un beso de tu boca
diera un reino Boabdil;
y yo por ello, cristiana,
te diera de buena gana
mil cielos, si fueran mil”.
Análisis:este poema de amor es un tributo a las culturas orientales. Enfatizando el amor intenso, exótico, sin limites ni fronteras.
Jorge Luis Borges – Ausencia
“Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un Sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde”.
Análisis: de los poemas de amor apasionados este es uno de ellos. En el cual, se abordan temas de tristeza y melancolía al terminar una relación.