Frida Kahlo fue una pintora de origen mexicano, que se caracterizaba por sus obras personales, ingenuas y metafóricas, que al mismo tiempo reflejaban los diversos acontecimientos que marcaron su vida.
Es considerada una de las pintoras más famosas de la historia del arte. Además, de un referente social y cultural de su país México y de todo el mundo. Es conocida por su amor a la vida, por el arte, la política, las tradiciones y por la relación tempestuosa que tenía con su esposo, el también pintor Diego Rivera.
En este artículo, descubrirás los detalles más relevantes de la vida de esta mujer, de figura característica y mirada peculiar. Quien fue y sigue siendo una de las artistas más influyentes de la historia.
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Aspectos relevantes de la vida de Frida Kahlo
Magdalena Carmen Frida Kahlo nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, México, en una familia de artistas. A sus 18 años sufre un grave accidente, el cual generó una extensa convalecencia, período durante el que aprende a pintar.
André Breton al conocerla, afirmó que la obra de Frida era un trabajo que poseía un surrealismo espontáneo. Por consiguiente, la invitó a una exposición en nueva York y París. Sin embargo, al final de sus días, Frida rechaza que su obra sea catalogada en esta tendencia artística.
Frida Kahlo realizó espectaculares retratos de niños y obras inspiradas en la iconografía mexicana, anterior a la conquista en la búsqueda de sus raíces. En el trabajo de la artista mexicana se puede apreciar que el arte le sirvió como una herramienta para afrontar una realidad poco agradable. Desde una edad muy temprana tuvo que luchar cuando a los seis años contrajo una poliomielitis que dejaría secuelas importantes.
En 1925 sufre un accidente de tráfico de gran magnitud que le fracturó la columna vertebral y la pelvis. Esto trajo como consecuencia, la esterilidad de la artista. Además, tuvo que someterse a varias cirugías.
Obra de Frida Kahlo
Comienza a practicar la pintura, a raíz del largo tiempo de inmovilidad que tuvo que tener tras el accidente. Sus obras eran una muestra de sus sentimientos, se puede apreciar la dualidad a la que se enfrentaba en esa época, los sueños (de amor, de hijos) y la realidad (dolor e impotencia).
Durante su convalecencia, realizó una serie de autorretratos. Frida afirmaba: “Me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco”. Tenía una influencia nacionalista revolucionaria. Por lo tanto, su atuendo consistía en largas faldas mexicanas, moños trenzados con cintas de colores, collares y pendientes precolombinos. Y así se plasmó en el Autorretrato como Tehuana en el año 1943.
Esta misma ideología fue la base para otras obras como el Autorretrato con monos (1943), donde se puede apreciar a Frida rodeada de plantas selváticas y animales. En Mi nana y yo (1937), retoma las imágenes de la cultura precolombina. Otra de sus obras que merece mención es el Autorretrato El Marco (1938). También, se inspira en la imaginación popular y en el barroquismo ingenuo y colorista mexicano.
Frida une a su arte los tradicionales exvotos para representar de manera sintética en sus cuadros los elementos más significativos. Usando el tamaño pequeño de los mismos y la técnica óleo sobre plancha metálica.
La experiencia de Frida plasmada en sus obras
La unión entre la temática personal y las formas de la imaginería popular, se ven representadas en su obra Henry Ford Hospital (1932). Este cuadro refleja la traumática experiencia vivida por la artista por su segundo aborto.
Otra pieza que representaba la forma narrativa de los exvotos, fue la que denominó Retablo (1943). Era una representación de un exvoto en donde se apreciaba un choque entre un tren y un autobús, una muchacha herida yacía sobre las vías y la imagen de la Virgen de los Dolores flotaba en la escena.
Frida modificó esta pieza y colocó a la muchacha sus propias cejas. Además de rótulos al tren y al autobús, convirtiéndolo así en la representación de su propio accidente. En la parte inferior del cuadro escribió: Los esposos Guillermo Kahlo y Matilde C. de Kahlo dan gracias a la Virgen de los Dolores por haber salvado a su niña Frida del accidente acaecido en 1925, en la esquina de Cuahutemozin y de Calzada de Tlalpan”.
Después de superar algunas crisis de salud, para expresar su agradecimiento a los médicos realiza pinturas que siguen las pautas del exvoto. Algunas de ellas son las obras dedicadas al doctor Eloesser y al doctor Farill.
Vida sentimental
Las situaciones vividas por la artista en su vida sentimental también le sirvieron de inspiración para algunos de sus cuadros. En su obra El Corazón (1937), se aprecia la ausencia de sus manos. Lo que expresa su impotencia y desesperación ante el amorío entre su esposo Diego Rivera y su hermana Cristina.
En el cuadro, su corazón literalmente yace a sus pies y es de un tamaño desproporcionado, lo que refleja la intensidad de su dolor. También se aprecia, un vestido que pende de un hilo junto a ella, a la vez que de sus mangas sale un único brazo y un palo que atraviesa el vacío que ha dejado su propio corazón.
El aspecto onírico de sus piezas la relacionó con el surrealismo, lo que la artista negó diciendo: “Se me toma por una surrealista. Ello no es correcto, yo nunca he pintado sueños, lo que yo he representado era mi realidad”.
Los últimos días de Frida Kahlo
Antes de morir, Frida declaró: “Cuando muera quemen mi cuerpo. No quiero ser enterrada. He pasado mucho tiempo acostada ¡Simplemente quémenlo!”. El 13 de julio de 1954 Frida Kahlo muere. Para su funeral fue vestida con un traje típico mexicano y con la mano derecha colocada sobre su pecho. Sus cenizas se conservan en la Casa Azul de Coyoacán, su lugar de nacimiento.
La última de sus obras es exhibida en el Museo Frida Kahlo y se trata de un cuadro donde se visualiza diversos cortes de sandía en tonos muy vivos. En uno de estos trozos al lado de su firma se puede leer: “Viva la vida. Coyoacán, 1954, México”.
El carácter simbólico de las piezas
La obra de Frida Kahlo es el resultado de una continua búsqueda sobre sí misma, que expresa sus estados de ánimo de manera precisa, y representa las oscilaciones entre el sufrimiento y la esperanza.
El carácter simbólico de sus piezas, es la materialización de una personalidad apasionada para la que el arte es un instrumento para reflejar sentimientos de desafío y combate. También, de la constante lucha entre su yo interno y la huella de la creencia dolorosa de su identidad maltratada.