Una de las obras más icónicas en la historia del séptimo arte ha sido, sin lugar a dudas, “El Padrino”. Se trató de una película basada en la novela de Mario Puzo y producida por Paramount Pictures, luego de haber comprado sus derechos. La primera entrega de la trilogía, dirigida por Francis Ford Coppola fue estrenada en 1972 y protagonizada por Marlon Brando. Este actor se interpretó a “Don Vito Corleone”, (jefe de una de las cinco familias mafiosas de Nueva York).
Coppola consolidó su fama luego de que la primera entrega de “EL Padrino” se hiciera reconocida por su peculiar firma. Originalmente este director representaba un riesgo para la productora Paramount Pictures, por ser joven y desconocido en Hollywood. Sin embargo, sus raíces italianas jugaron un rol preponderante para reflejar esta cultura en la Norteamérica de los 40. La esencia que inyectaba Cappola en la escenografía y caracterización de los personajes fueron factores que marcaron la diferencia. Además, fue él quien exigió a Brando como protagonista de esta peculiar historia.
Contenido
Características de “El Padrino”
La trama revela el estilo de vida del hombre migrante siciliano y la forma en que logra establecer una dinastía. Además, personifica los códigos de honor que se manejan en el mundo de la mafia. Aunque esta palabra jamás es nombrada, debido a restricciones acordadas en el guion entre Al Ruddy y Joseph “Joe” Colombo. Este último, en representación de La Liga Italoamericana por los Derechos Civiles y Al Ruddy como productor del film.
Los sueños, ambiciones y emociones más características del ser humano representan a cada uno de los personajes de “El Padrino”. Participando estos en el ensamblaje de una historia realista en que la lealtad constituye el valor fundamental de la familia. El honor es un carácter marcado y, a causa de él, se desencadena una serie de hechos violentos. Son ellos los que dan pie al desarrollo de la crónica.
Con base a esto, exponemos a los amantes de esta trilogía, 5 curiosidades que, probablemente desconocías sobre este rodaje:
1. La mafia en la vida real
El jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York fue asesinado mediante un disparo. Esto sucedió el mismo día que Francis Coppola rodaba para realizar el montaje de las últimas escenas de “El Padrino”. Estas imágenes pertenecían a la primera entrega de la trilogía. La víctima se trataba del capo Joseph “Joe” Colombo (líder de la Liga Italoamericana por los Derechos Civiles).
Otros personajes que también se relacionan son Gambino, Bonanno, Genovese y Lucchese, quienes se caracterizaron por dirigir el crimen organizado. Hecho que revela similitudes entre el cine y la sociedad, demostrando la convergencia entre la vida real y la ficción. Sobre todo, por los aspectos relacionados con los intereses administrativos y sus colaboradores.
2. Un Invitado especial en la grabación
El gato que aparece en el regazo de Corleone en la primera escena no se encontraba en el guion. Se trataba de un gato que todos los días merodeaba por los estudios de rodaje. Tuvo la suerte de aparecer en la “gran pantalla” cuando Brando lo encontró y precisó incluirlo en la escena. Como siempre, utilizó su originalidad para mejorar la escenografía colocando su sello único de improvisación.
Brando demostró desde el primer día que tenía todo el potencial necesario para interpretar de la mejor manera a Corleone. Lo que el actor tal vez jamás sospechó es que el gato estaba increíblemente encariñado con él. Fue entonces que, mientras “El Padrino” lo acariciaba, este ronroneaba plácidamente. Lo gracioso es que fue necesario redoblar los diálogos de la escena porque era casi imposible escuchar a los personajes. ¡Vaya que el invitado se sintió especial!
3. Un personaje, dos actores, un galardón
En 1972 Marlon Brando ganó el Óscar a “Mejor Actor” por su magistral interpretación de “Don Vito Corleone”. Sin embargo, este no asistió al evento y rechazó el galardón. En su lugar, lo hizo la actriz indígena Sacheen Littllefeather. Ella explicó que Brando se rehusaba a aceptarlo a causa del trato que la industria le daba a los nativos americanos.
Robert De Niro concursó por varios papeles en la primera entrega de la trilogía y casi obtuvo uno. Se trataba del personaje de “Paulie Gatto”. Debió rechazarlo para aceptar un protagónico en otra película de la época. Afortunadamente, tiempo después tuvo el honor de representar al joven “Corleone” en “El Padrino II”. Fue este personaje el que lo llevó a ganarse el Óscar a “Mejor Actor” en 1974. ¿Te imaginas cómo sería la cara de nuestro joven Corleone, si De Niro hubiera aceptado el papel de Gatto?
4. La Cabeza de caballo era real
¿Recuerdas la escena de la cabeza de caballo sobre la cama? Coppola en los esfuerzos por maximizar la realidad de la escenografía descartó la cabeza de caballo que producción había conseguido. Aunque parecía auténtica, a ojos del director carecía de realismo. Por ello, hizo que el equipo se dirigiera a una fábrica de alimentación para perros y comprara una auténtica. Nadie se percató de decirle al actor sobre esto y de allí que su cara de sorpresa fue totalmente sincera. ¡Qué impresión debió llevarse el actor!
5. La Primera secuela en llevarse la Estatuilla Dorada
En 1974 “El Padrino II” se convirtió en la primera secuela merecedora del Óscar en la Categoría: “Mejor Película”. No fue sino hasta el año 2003 que “El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey”, obtuviera este galardón. ¡Un hecho que verdaderamente inmortalizó a esta obra en la historia del cine!
Coppola, el último día de rodaje expresó: “Tengo tres reglas básicas como realizador: empezar con un guion acabado, trabajar solo con gente de total confianza y rodar de manera que la productora no pueda cambiarte nada. No he conseguido ninguna de las tres”. Definitivamente, aquello no impidió que realizara la obra más relevante, comentada y realista de los años 70.
Indudablemente, si tuviera que definirse el carácter de “El Padrino” muchos coincidirían en que es una verdadera obra maestra. Es principalmente su guion, carácter, calidad interpretativa, banda sonora y fotografía que es catalogada como una maravilla del cine.