La Sepia es un molusco marino invertebrado que presenta una concha interior de capa gruesa, dos brazos y un total de ocho tentáculos. Son encontrados en los mares tropicales y templados junto a otras especies similares. Su nombre científico es Sepia officinalis, a su vez a la familia Sepiidae del cefalópodo también se le conoce con los nombres de jibia y chocos. Existen más de 100 especies definidas por el tamaño, fisiología y formas de algunas partes de su cuerpo; la Sepia elegans y la orbignyana son dos de ellas y se les suele reconocer por ser de cuerpo pequeño.
El molusco cefalópodo vive en el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. Pueden medir entre 2,5 y 90 centímetros de longitud, sin embargo, se han descubierto sepias de gran tamaño con una medida de tres metros de largo. En general, el cuerpo de las sepias es redondeado, colorido y plano. Poseen dos extremidades o aletas con ventosas angostas que succionan la comida. Utilizan a los tentáculos para cazar a las presas del mar, alimentarse y reproducirse.
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Características anatómicas de la Sepia
Los cefalópodos son inteligentes, conocen su propio organismo y hábitat por lo que son expertos en la cacería. Su cuerpo se constituye por un hueso largo, una cabeza y un ligero pico cerca de la boca, un par de brazos, tentáculos, dos ojos y una concha en forma de paleta, aunque no todos la conservan.
El hueso
La Sepia no nada sino que regula su desplazamiento y su capacidad de flotar en el mar con ayuda del único hueso interno que posee, ovalado, largo y rico en carbonato de calcio que posee. El hueso cephalopoda tiene varios huecos pequeños y depende de lo que necesite el molusco, suele llenarse de agua o gases.
Esta especie es reconocida por el alto contenido de calcio en su hueso, el cual es vendido en las tiendas como un suplemento para aves. La mejor manera de conseguir estos huesos es en las orillas del mar puesto que los moluscos fallecidos terminan en la arena.
Su sangre y sus tres corazones
La sangre del molusco cefalópodo es de color verde azulado porque cuenta con cobre en la proteína hemocianina. En cambio, el componente de la sangre de los seres humanos y animales vertebrados se constituye por el hierro en la hemoglobina.
La hemocianina en la Sepia no transporta el oxígeno suficiente de forma efectiva, por lo tanto, requiere de tres corazones que admitan el bombeo de la sangre. De los tres corazones, uno encamina el oxígeno hacia el cuerpo mientras que los otros dos pertenecen a las branquias.
Los ojos
Uno de los órganos animales más desarrollados de la Sepia son los ojos, incluso es posible que vea desde antes de su nacimiento, es decir, cuando está en el interior del huevo.
Además, el sentido de la vista de las jibias o chocos funciona de forma excelente dentro del mundo marino porque la retina asume el trabajo de dos sensores que les permite observar con buen ángulo y nitidez hacia atrás y adelante. Sin embargo, los ojos de la familia Sepiidae no enfocan los colores, pero si contrastan las figuras y controlan la luz.
La piel camuflada
Camuflarse es la mejor actividad que efectúan las sepias debido a que cada uno de los colores cumple con funciones específicas, como el contacto con la pareja de su misma especie, esconderse de los cazadores y obtener a las presas. La tez en los moluscos cefalópodos es controlada por las bases neuronales del cerebro haciendo que los cambios de color se manifiesten por voluntad propia en segundos.
Las células de la piel de los músculos se les denominan cromatóforos, iridóforos y leucóforos. En general, adquieren el camuflaje porque los cromatóforos son un pigmento con muchas tonalidades distintas y se visibilizan en el exterior. A su vez, los iridóforos influyen en el reflejo de la luz sobre la piel, mientras que los leucóforos la irradian.
La alimentación
Cangrejos, mariscos, langostas, pescados, peces, camarones y otros moluscos son la dieta preferida de las Sepias. Al igual que el pulpo, excreta un líquido tóxico que envenena a las presas, para poder comérselas con gusto. No obstante, las habilidades que tienen para cazar se deben al camuflaje de la piel, los largos tentáculos que sobresalen de su cuerpo y el pico afilado.
Apareamiento y reproducción
Invierno es el tiempo adecuado para la copulación de la Sepia porque en la estación de primavera se realiza el proceso de reproducción. Los machos se oprimen entre sí con violencia usando los tentáculos, el ganador es quien podrá aparearse con la hembra. En el período de celo e incubación de los huevos, los moluscos Sepiida cambian de color, el macho protege a la hembra del resto y permanece junto a ella hasta que muere.
La fecundación se establece mediante la unión de los tentáculos, el macho coloca la porción de esperma en la hembra y luego deposita un máximo de 500 huevos en el océano. El nacimiento de los chocos se logra a los dos meses, crecen con rapidez, maduran a los 14 meses de edad y mueren a los 2 años, aproximadamente después de que nacen las pequeñas sepias.
Hábitat del molusco Sepiida
Los moluscos Sepia officinalis habitan en casi todas las aguas oceánicas, flotan con libertad entre las costas sureñas de Nueva Gales en Australia y los países de Europa occidental. A la Sepia le encanta el clima cálido, tropical de los mares y arrecifes, se interesan por la superficie del agua y ambiente arenoso de hasta 150 metros de profundidad, aunque en la estación invernal sucumben en los abismos del océano.
Asimismo, las jibias optan por las aguas llenas de vegetación, algas y hierbas. Cuando descienden a grandes profundidades (máximo 600 metros) es por la frialdad y turbulencia de las aguas superficiales, por esta razón se deduce que en el continente de América no se hallan rastros de Sepias.